Cómo hacer la tabla de quesos perfecta
Una buena tabla de quesos es una opción muy popular y deliciosa, para un encuentro con amigos o familia en un tono más relajado. Esto se debe, en gran medida, a que el queso es un producto muy versátil y a que podemos adquirir una gran variedad de tipos diferentes, incluso en una tienda de quesos online, desde la comodidad de nuestra casa.
Es un alimento que podemos encontrar de todas formas, texturas o sabores, lo que puede hacer complicada la tarea de seleccionar los más adecuados para elaborar una tabla de quesos que triunfe entre los comensales.
En este artículo, intentaremos hacer una guía que nos ayude a montar la tabla de quesos perfecta, paso a paso, desde la elección de las variedades, pasando por la preparación y el montaje.
Una tabla de quesos para cada ocasión
Para acertar con una tabla de quesos, debemos tener muy claro el momento para el que la estamos preparando. Será diferente si se trata de picoteo relajado, que si es para una cena formal.
Otra cosa que puede influir, es la época del año de la celebración, pues la temperatura y la humedad pueden afectar al producto y, por lo tanto, influirán en la elección de las variedades a incluir.
También, es importante tener en cuenta el resto del menú y adaptarse, tanto en los tipos de queso, como en las cantidades. No es lo mismo que se vaya a servir como un aperitivo previo a una cena, que si va a ser el eje central de un picoteo.
Un factor clave: la selección de quesos
Los profesionales del sector culinario recomiendan incluir al menos cuatro variedades diferentes y no pasar de ocho, en una tabla de quesos. Esta medida puede ofrecer una buena gama para degustar.
La elección de los tipos de queso a incluir, puede estar determinada por preferencias personales o un espíritu aventurero. También se pueden escoger temáticas como: quesos nacionales, locales o con una denominación de origen protegida (DO).
Lo que es importante es que intentemos mezclar diferentes texturas, aromas y sabores, para crear una experiencia única. Debemos valorar las características distintivas de cada queso, como pueden ser:
- El animal de procedencia de la leche: oveja, cabra, búfala, vaca o mezcla. Lo aconsejable es procurar incluir, al menos, tres procedencias diferentes.
- La textura: que puede ser dura, semidura, blanda, azul o untable y conviene que tengamos variedad.
- La corteza: que las hay lavadas, prensadas, enmohecidas o también mezcladas con especias.
- Grado de maduración: si se trata de un queso tierno, viejo, curado o semicurado.
- Su intensidad: que tienen un sabor fresco, fuerte o dulce.
- Región de procedencia: la zona donde se produce y si cuentan con algún certificado de calidad o denominación de origen protegida.
Una buena idea es organizar la tabla con una temática concreta y permitiendo que los comensales experimenten con diferentes maduraciones, texturas y niveles de intensidad.
¿Cómo calcular la cantidad adecuada de cada queso?
Calcular la cantidad correcta de cada tipo de queso, va a depender tanto de la cantidad de invitados, como del tipo de evento del que se trate. Si la tabla la vamos a servir acompañada de otros platos, es correcto calcular unos 80 gramos por persona y si va ser el principal o el plato único, esta cantidad debería subir hasta los 200 gramos por comensal.
Consejos para preparar y servir nuestra tabla de quesos
El corte correcto:
Hay que tener en cuenta que cada variedad de queso requiere un estilo de corte diferente, es recomendable pedir asesoría profesional, aunque hay ciertas directrices que podemos seguir:
- Para los quesos tiernos, duros o semiduros lo aconsejable es conservar la corteza y hacer el corte en forma de cuña o rectangular.
- Para los quesos maduros, lo ideal es usar un corte más fino, para suavizar su potencia aromática.
- Para los quesos untables o blandos, es recomendable mantenerlos en su tarrina original o colocarlos en un cuenco pequeño.
- Para los quesos muy duros, lo más adecuado es presentarlos en lascas irregulares.
La temperatura ideal:
El frío excesivo oculta el sabor y la textura de los quesos, por lo es importante sacarlos del frigorífico con al menos una hora antes de servirlos. Siempre teniendo en cuenta el lugar y la época del año en la que lo vamos a consumir.
Conseguir la presentación perfecta:
Una de las cosas que harán más atractiva la presentación es que elijamos un soporte que destaque y que se adecue al resto de la decoración, puede ser una rústica tabla de madera, una bonita bandeja o platos de pizarra más modernos.
Para la colocación de los quesos, lo que sugieren los expertos es hacerlo en orden de intensidad, de los más suaves a los de sabor más fuerte y de izquierda a derecha. Otro consejo habitual es evitar los cubiertos, para una experiencia más directa del producto.
En conclusión, una tabla de quesos puede ser una excelente opción para triunfar con tus invitados, sea cual sea la ocasión. Para conseguir que sea perfecta, solo hace falta elegir la mejor materia prima y seguir los consejos que hemos dado en esta guía.